Desde pequeños, hemos venido escuchando que el ser humano, al igual que las distintas especies del planeta, vivimos cumpliendo con un ciclo de vida que de ser un hecho biológico, se ha convertido para generaciones enteras en reglas que se deben cumplir. Hasta cierto punto, podemos coincidir que pasamos la primera etapa sin conciencia plena de lo que vivimos, llegando a la juventud con el desarrollo y la estupidez que nos hizo desear, que esta etapa terminara pronto para llegar a la adultez y descubrir que, la tercera etapa consistía en reproducirse y ser libre sino llegaba acompañada de exigencias donde en su mayoría sufre de ansiedad por no cumplir con las metas que de niños nos parecían fáciles de lograr. No obstante, celebramos que también tenemos las primeras tres etapas para crecer, conocer, y descubrir todo lo que esté a nuestro alcance, dejando claro que las limitantes de cada quién está en lo que deseamos aprehender y es en este punto que le damos entrada con bombo y platillo a la responsable de nuestra sabiduría; la cultura.
Mientras lees estas líneas puedo asegurarte que en tu mente se pueden presentar aquellos personajes, series, películas y artistas que consideras marcaron un momento importante de tu vida, como cuando te levantabas las mañanas de sábado para prender la televisión y ver tu caricatura favorita ¿cuál era? O al recordar la primera vez que tuviste la oportunidad de acudir al cine ¿recuerdas el nombre de la película? Y qué decir de aquel personaje que portaste en tus playeras ¿quién era? Pues todos ellos forman parte de la cultura POP en tu vida.
Cabe recalcar que el término de Cultura POP que insisto en utilizar tanto en mi canal de YouTube como en mi blog no existe como tal, sin embargo, el hecho de ser un conjunto de conocimientos e ideas no especializados adquiridos gracias a la televisión, la radio, el periódico y por supuesto, el internet, lo vuelve una tendencia que se liga definitivamente al adjetivo que se aplica al arte, sobre todo al musical, orientado al consumo masivo gracias a sus características, por ello la cultura POP básicamente se convierte en nuestras vidas en la referencia de todo aquello que comparten los interlocutores al platicar.
Claro que habrá quien diga que las pláticas más nutridas son aquellas en las cuales, se comparten vivencias propias, ¿pero no es acaso una vivencia el ser testigo en vivo de la primera transmisión de MTV el primero de agosto de 1981? ¿Quién no puede recordar la transmisión en los noticieros cuando justamente, ocurría la revuelta popular que desató la caída del Muro de Berlín en la capital de Alemania Oriental y también, por qué no decirlo, en Berlín Oriental? Nosotros somos testigos de lo que acontece en el mundo gracias a los medios de comunicación y forma parte de nuestras vidas, ahora, ¿en qué nos beneficia recordar cosas tan triviales para algunos cómo la fecha de nacimiento de Britney Spears? Pues básicamente es la mejora que experimentamos gracias a que podemos dar con la REFERENCIA.
La referencia quieras o no forma parte crucial de nuestras vidas para ejemplificar un sentimiento, una acción o un proceder con la finalidad de dejar en clara nuestra postura. Un ejemplo clásico lo puedes encontrar en cada capítulo de la niñera que de 1993 a 1999 el personaje principal interpretado por Fran Drescher nos mostró, al referenciar lo que en su entorno acontecía, comparándolo con algún suceso ocurrido en alguna película, serie, programa, o hecho histórico convirtiéndolo en un chiste que solo podrían captar aquellos que reconocían la referencia..
Es así que llegamos a la frase mental que pocas veces dices pero que viene acompañada de la afirmación con la cabeza cuando alguien cita o referencia algo, y esta frase es “ahh, ya sé de qué habla”. La cultura pop está cimentada en los gustos y preferencias de las personas que te rodean, desde unos padres que te obligaron a escuchar a The Beatles, Elvis Presley o Pedro Infante, hasta esos hermanos mayores que te hablaron de Star Wars, Rocky o Mad Max y es que los patrones culturales y manifestaciones artísticas ya sean literarias o musicales que son consumidas en tu entorno van creando una red de información, que se cataloga por gustos, longevidad, ubicuidad o distinción.
Es por ello que, como se trató de dejar en claro en nuestra introducción, la cultura POP, aunque no esté catalogada como un conjunto de conocimientos especializados, es sin duda elementos claves que caracterizan a las personas y que incluso pueden unir estratos sociales, comunidades y cualquier tipo de segregación que tengan una referencia en común. La Cultura POP aunque hasta hoy no lo hayas pensado es un ingrediente que le da sabor a nuestras vidas. ¡Viva la Cultura POP!
Eduardo Morky en "El criticólogo del espectáculo" 