Lo admito, soy de ese sector de cinéfilos queno apoya el cine mexicano, que odia que los filmes producidos en México sean catalogados en la misma sección, y que películas como “No Manches Frida”, “Nosotros los Nobles” y “No se aceptan devoluciones” sean las películas mexicanas más taquilleras en el país, pero ¡no es nuestra culpa! Siempre he pensado que los culpables son los mismos realizadores, porque directores como Alfonso Cuarón hacen en México películas como “y tú mamá también” y en el extranjero hace “Los niños del hombre”, porque los guionistas como Guillermo Arriaga escriben para México “El Búfalo de la noche” y en el extranjero escriben “21 Gramos”, ¿Por qué los mexicanos optamos por hacer poquito en nuestro país y desbaratarnos en otros países? Quizá la respuesta está en las expectativas que solemos plantearnos cuando iniciamos un proyecto, nunca lo sabré, pero ese es uno de las quejas que SIEMPRE he tenido sobre el cine mexicano.
Apartado claro están las menciones honorificas, pues dentro de las filmaciones que año a año estrenan de nuestro país para nuestro país (en su mayoría películas artísticas con diálogos pobres que reflejan un sector de la sociedad marginado con personajes tan complejos que solo los de la producción entienden lo que les sucede) existen diamantes en bruto que quedan en el colectivo de quienes tuvieron la oportunidad de ver. Joyas como “Somos lo que hay” de Jorge Michel Grau, “Cuatro lunas” de Sergio Tovar Velarde o “Roma” de Alfonso Cuarón que dignifican el séptimo arte e invitan a explorar en sus títulos para encontrar bellezas como “La mujer de Benjamín” de Carlos Carrera, “Santitos” de Alejandro Springall o “Cronos” de Guillermo del Toro, lamentablemente estas son tan solo como una aguja en el pajar y difícilmente llegan a salas de cine comerciales porque precisamente no lo son ¿qué les falta? Quizá que no es para las masas, que no cuentan con un sentido final o que no sepan traducir el valor artístico, es por eso que critico fuertemente nuestro cine para luego cometer un homicidio a mi crítica como amante del séptimo arte.
Vi la película “Cindy la Regia” por todas las razones equivocadas, primero porque me enteré que sale Martha Debayle (a quien escucho de lunes a viernes mientras trabajo), porque escuché la entrevista que le realizó Adela Micha a Ricardo Cucamonga, autor de las ¿novelas se podría decir? De Cindy la Regia y porque el universo acomodó las cosas para que tuviera tiempo y pudiera ir a ver el filme. Conclusión, ¡estoy escribiendo sobre ella!
Claro que no esperes que sea como “Buscando novio para mi esposa”, “Ya Veremos” o “Las Aparicio”, ¡nada de eso por favor! Y es que a pesar de que “Cindy la regia” es 100% una chick flick es más una combinación de “Legalmente Rubia” con “Deadpool” que “Casese quien pueda” y ¿por qué sucede esto? Por el factor nostalgia, el factor “me reflejo en las situaciones”, por el factor ¡todos pasamos por esa necesidad de descubrir lo que queremos y lo que somos! Sin contar el factor “he sido el foráneo que llega a la CDMX queriendo conquistarla cayendo en un mundo cool de hípsters, tortas de tamal y trabajos mal remunerados que te acercan a una clase social de locos”, el filme de Cindy te lleva a lo más cercano de la experiencia de ser mexicano de provincia en la capital, las fiestas arrabales que no existen en los estados del norte y la oportunidad de lograr tus sueños conociéndote en un entorno extraño que, de no estar en él extrañas. Cindy representa a todos los millenials que salieron de su zona de conford y aunque batallando “la pudieron hacer en grande”.
Así que sin entrar en detalles del filme que debería resaltar como los diálogos fluidos cero forzados, de la producción y locaciones impecables, del vestuario de excelente nivel, y la química de los actores con sus personajes bien planteados sin enemigos ,ni asaltos, ni tramas obvias, te invito a ver “Cindy la regia” ¡en cines! Porque, esta película definitivamente es la excepción.
Eduardo Morky en "El criticólogo del espectáculo" 